6 distracciones en la implementación de nuevas formas de trabajo en las Organizaciones

Es un hecho que en la actualidad las empresas están obligadas a replantear sus modelos laborales tradicionales. Sin embargo, aunque la necesidad de Transformación es clara, existen enormes distracciones que dificultan el éxito en la implementación de las nuevas formas de trabajo.

Los disparadores fundamentales de la distracción son:

1. Sobrecarga de Información y Prioridades Confusas

Uno de los mayores obstáculos es la sobrecarga de información. En un mundo digital, donde los empleados están inundados de correos electrónicos, chats, notificaciones y plataformas de colaboración, es fácil perder el foco en las iniciativas clave. Además, muchas Organizaciones carecen de una claridad suficiente en sus prioridades estratégicas, lo que lleva a que los equipos trabajen en varias direcciones simultáneamente sin una visión unificada. Esta falta de enfoque fragmenta los esfuerzos e impide que se logre una implementación efectiva de nuevos modelos de trabajo.

2. Falta de Tiempo para la Reflexión y el Aprendizaje

A menudo, las empresas están tan ocupadas «apagando incendios» y resolviendo problemas del día a día, que no dejan espacio para la reflexión estratégica. La implementación de nuevas formas de trabajo ya sea el teletrabajo, la Agilidad Organizacional o modelos híbridos, requieren tiempo y dedicación para analizar, aprender, y ajustar continuamente. Sin embargo, muchas veces se da prioridad a las tareas inmediatas y urgentes, dejando de lado los cambios estructurales que tienen un impacto a largo plazo.

3. La Cultura del “Siempre Disponible”

El avance tecnológico nos ha permitido estar conectados en todo momento, y a la vez ha creado una Cultura de la hiper-disponibilidad. Esta expectativa de estar “siempre en línea” genera fatiga, estrés, y agotamiento en las personas, lo que afecta su capacidad para adoptar nuevas formas de trabajo con éxito. Además, estando constantemente accesibles, es difícil dedicar tiempo a interiorizar y adaptarse a las nuevas metodologías, prácticas, o formas de trabajo que la Organización busca implementar.

4. Resistencia al Cambio

A pesar de entender la necesidad de evolucionar, la resistencia al cambio sigue siendo un obstáculo fundamental. Los seres humanos tendemos a aferrarnos a lo que nos resulta familiar y conocido, y cuando se introducen nuevas formas de trabajar, es común que surjan resistencias conscientes o inconscientes. Esto incluye el miedo a perder control, la incertidumbre sobre los resultados, o la percepción de que los cambios no serán sostenibles en el tiempo.

5. Falta de Apoyo y Recursos Adecuados

Muchas Organizaciones intentan implementar cambios profundos sin proporcionar los recursos, herramientas o formación adecuados. Esto crea una desconexión entre la expectativa de Transformación y la realidad operativa. Las personas necesitamos tiempo y capacitación para adoptar nuevas tecnologías, procesos, o dinámicas de equipo. Al no contar con el apoyo necesario, el cambio se ve como una carga adicional y no como una mejora o una evolución positiva.

6. Falsa Percepción de Productividad

Otro de los patrones comunes es asociar la productividad con la actividad constante. Muchas Organizaciones creen que cuanto más ocupados estén los empleados, más productivos serán, lo que lleva a una Cultura de multitarea. Sin embargo, la multitarea disminuye la concentración y la calidad del trabajo. Para adoptar con éxito nuevas formas de trabajo, es necesario romper con este mito y fomentar un entorno donde se valore la productividad basada en resultados medibles, no en la cantidad de horas trabajadas o la actividad frenética.

¿Cómo enfocar una Transformación a pesar de las distracciones?

Para superar estas distracciones y lograr implementar nuevas formas de trabajo de manera efectiva, es crucial:

  • Establecer Prioridades Claras: Alinear los objetivos estratégicos de la Organización y asegurarse de que los equipos comprendan qué cambios son necesarios y por qué. Una visión clara y bien comunicada es esencial para evitar que los empleados se pierdan en la sobrecarga de información.

EJEMPLO: Además de asegurar la comunicación del cambio en todos los niveles de la Organización, la dirección ha de crear un plan estratégico claro que establezca como prioridad alinear y mejorar la eficiencia de la comunicación también entre equipos. Realizando una serie de reuniones con los líderes de cada departamento, y explicando cómo impactará la implementación de las nuevas prácticas y formas de trabajo. Al alinear el cambio con el objetivo Organizacional y comunicarlo de forma clara y consistente, las personas entienden por qué es necesario adoptar estas nuevas formas de trabajar y cómo contribuyen al éxito general de la empresa.

  • Fomentar Espacios de Reflexión y Aprendizaje: Dedicar tiempo para que los equipos analicen los cambios, aprendan de los errores y ajusten sus enfoques. El aprendizaje continuo debe ser parte de la Cultura Organizacional.

EJEMPLO: Establecer “retrospectivas” mensuales en las que los equipos se reúnan para reflexionar sobre cómo les ha ido aplicando el nuevo enfoque de trabajo, cuyo outcome sea al menos una acción clara visible y medible que fomente el progreso, la sostenibilidad, y la mejora continua.

  • Cambiar la Cultura de la Disponibilidad Constante: Es importante establecer límites claros en cuanto a la disponibilidad y el tiempo de desconexión. Esto ayudará a combatir la fatiga digital y a que los empleados puedan concentrarse en la adopción efectiva de los nuevos modelos de trabajo.

EJEMPLO: Establecer políticas explícitas que limiten enviar correos o mensajes fuera del horario laboral a menos que sea una emergencia. Habilitar la función de «pausar» las notificaciones fuera de horas de trabajo en las plataformas de colaboración. Además, se promueve la idea de que no es necesario responder inmediatamente a los mensajes durante la jornada, lo que permite a las personas concentrarse mejor en tareas más profundas, y adoptar de manera más eficaz las nuevas formas de trabajo sin sentir una presión constante.

  • Proporcionar Recursos y Formación: Garantizar que los empleados cuenten con las herramientas y la capacitación necesarias para adaptarse a los cambios. El apoyo constante es clave para que los equipos se sientan empoderados durante la transición.

EJEMPLO: Organizar una serie de capacitaciones frecuentes, tanto en línea como presenciales. Creando manuales interactivos, videos tutoriales, y un foro interno para que los empleados puedan hacer preguntas y resolver problemas en tiempo real. Además, asignar “mentores digitales” en cada área para apoyar y acompañar a las personas durante la transición.

  • Romper con el Mito de la Productividad: Cambiar la métrica de éxito de la actividad frenética a los resultados tangibles y sostenibles. Fomentar una cultura que valore la calidad sobre la cantidad permitirá una adopción más fluida de las nuevas formas de trabajo.

EJEMPLO: En lugar de contabilizar cuántas horas han invertido los empleados, establecer nuevos criterios de productividad como la calidad y la creatividad de las entregas. Implementar jornadas de trabajo flexible, permitiendo que las personas puedan autogestionar y organizar su tiempo como mejor les funcione. Esta nueva métrica mejora la satisfacción del equipo, que ya no se siente presionado por estar “ocupado” todo el tiempo.

Las distracciones hoy son múltiples, sin embargo, con una planificación estratégica clara, apoyo adecuado, y una Cultura que acompañe el cambio, las empresas podrán superar estos obstáculos y evolucionar hacia modelos laborales más sostenibles, flexibles, y adaptados a las necesidades actuales.


Silvia Fernández Maceiras
Transformación Organizacional | Liderazgo Sistémico | Estrategia y Gestión de Cambio | Nuevas Formas de Trabajo | Reflexión y Aprendizaje | Recursos y Formación | Falsa Productividad

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